viernes, 9 de octubre de 2009

RAJOY O EL INMOVILISMO PERSONIFICADO

Es sabido que Mariano Rajoy es gallego, y ejerce como tal. Es lugar común que si te encuentras a un gallego en una escalera, nunca sabrás si sube o baja, tal es la capacidad del mismo para no definirse ni revelar sus intenciones a los demás. Esto, indudablemente denota un miedo al otro o a revelar sus intenciones que probablemente esté cercano a lo patológico.
Dicho esto, la actitud que mantiene Rajoy desde hace meses, tras el estallido del escándalo "Gürtel", nos lleva a pensar que el líder popular es incapaz de someter y gobernar su propio partido. La decisión que tomó ayer la Presidenta madrileña apartando a los diputados autonómicos y a los alcaldes imputados en la trama de las filas del PP, aunque llega bastante tarde, es un gesto firme que debiera ser imitado por Rajoy de inmediato.
Sabemos que en política casi nada es lo que parece, y que los apoyos para acceder a cargos dentro de los partidos no son gratis. Al final te pasan factura. Camps fue uno de los pilares en que se apoyó Rajoy para lograr imponerse como presidente del Partido Popular en su último Congreso. Por eso, debe ser bastante incómodo para Rajoy tener que enfrentarse a este y exigirle de un modo que no deje lugar a dudas que dimita, y con él, todas las personas que le rodean y que aparecen en el extensísimo sumario de 17.000 páginas del caso Gürtel.
El problema ya ni siquiera es este. El problema es que en el PP, con una miopía política que confunde churras con merinas, pretenden que los miopes seamos los ciudadanos. Desde el inicio del escándalo, han montado una estrategia para eludir su responsabilidad desde la firme convicción de que los ciudadanos somos idiotas, con perdón de los idiotas.
Son tan torpes, que ni siquiera se dan cuenta de que la corrupción no va a afectar sus resultados políticos. La encuesta publicada por El País asevera que el PP volvería a ganar hoy en la Comunidad Valenciana por una amplia mayoría, con corrupción o sin ella. Ya he dicho en un artículo anterior que los votantes tienen interiorizado que los políticos son corruptos "per se", y esta circunstancia no modifica para nada sus preferencias.
Pues bien, sigamos: decía que Rajoy, como buen gallego, acostumbrado a la lluvia casi constante de su tierra natal, ha preferido esperar que escampe, en lugar de ponerse un impermeable, agarrar un buen paraguas y salir a capear el temporal. Rajoy ha perdido la oportunidad de su vida de mostrarse como un líder sólido, capaz de imponer a los suyos ese discurso de moralización de la vida pública al que nos tiene acostumbrado. Exigencias de dimisiones, de explicaciones y ceses, hubieran puesto a Rajoy a la altura del estadista que nunca llegará a ser. Por contra, se ha refugiado en el victimismo y de nuevo en las teorías conspiratorias para ocultar sus vergüenzas y desvergüenzas.
Creo no ser ningún profeta si aventuro que el caso "Gürtel" será la tumba política de Rajoy. Aquellos que conforman su oposición, con Esperanza Aguirre a la cabeza, ya se están frotando las manos para hacer ver que Rajoy no lidera nada. Que es incapaz de tomar decisiones y que el suyo es un inmovilismo suicida. Que aunque tenga derecho a marcar los tiempos políticos, estos tiempos no pueden convertirse en "destiempos", y que la opinión pública (y la publicada también) valora los gestos de autoridad. Y la autoridad, para que sea tal, hay que ejercerla. Por más que le pese a muchos.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

DE LA CORRUPCIÓN

Asistimos desde hace meses a un ¿nuevo? y lamentable espectáculo de corrupción y de financiación ilegal de un partido político. En este caso, que afecta al principal partido de la oposición, la chorizada se ha realizado de un modo tan tosco, burdo y chapucero, que solo se entiende desde la sensación de impunidad que tienen estos personajes cuando saben que en realidad cuentan con muchos más aliados que enemigos entre aquellas instituciones que tienen la obligación de defender la ley y aplicar la justicia. Ya quisieran estos sujetos tener la sutileza y la discreción de los gestores de Filesa.
La corrupción, de la que por desgracia no se libra ningún país, parece un mal endémico en España. Lo que distingue a nuestro país de otros, es que mientras en estos se la combate con todos los medios, en España hasta se la aplaude.
Los españoles somos aquellos que ponemos la zancadilla al policía que corre trás el ladrón. Somos los que admiramos al "Dioni", que tuvo un "par" para trincar la pasta y pegarse el piro. Somos los que admiramos a sujetos como Mario Conde, cuyo modelo de gestión bancaria (quedarse con todo) no fue entendido porque era "demasiado avanzado para su tiempo", según explicaba en la televisión él mismo. Como si el verbo robar, aun con multitud de sinónimos (mangar, sustraer, distraer, birlar, afanar) no hubiera sido conjugado en todos sus tiempos desde que el mundo es mundo.
Los españoles somos los que recibíamos como héroes a los capitanes que mandaban las tropas que luchaban y morían en Cuba. El problema era que no se les consideraba héroes por su valor en el combate, sino porque volvían convertidos en hombres ricos después de apropiarse de las soldadas y de todo el dinero que el gobierno de aquella época mandaba para la alimentación, las medicinas y el sustento de los soldados españoles, mientras estos morían a miles no por los ataques de los rebeldes, sino de enfermedades, miseria y hambre.
Presencié hace ya bastantes años el entierro en La Línea de un narcotraficante de cuyo nombre no quiero acordarme. Murió de un tiro en la cabeza en un ajuste de cuentas. Su aportación a la humanidad fue la de conducir a la degradación y a la muerte a decenas de jovenes, y a la desesperación y la ruina a sus familias. Sin embargo, fue el entierro más masivo que jamás he presenciado. Miles y miles de personas acompañaron el cadaver de este "benefactor" hasta el cementerio de San José.
Los españoles somos aquellos seres que intentamos escaquearnos de pagar nuestros impuestos, o de cumplir con lo que se nos exige. Somos los que vivimos del "chapú" mientras cobramos el paro. Somos los que conocemos a la perfección nuestros derechos, pero ignoramos nuestras obligaciones. Somos los que creemos que el que es honrado, es porque es tonto.
Los españoles tenemos asumido que el que puede robar, roba, y lo tenemos tan interiorizado, que lo consideramos algo normal.
Por eso, los episodios de corrupción no hacen mella en los partidos, ni en la intención de voto a los mismos. Así ocurrió en el caso del PSOE y así va a ocurrir en el caso del PP. Sabido esto por sus dirigentes, a nadie se le ocurre dimitir ni pedir cuentas. Por el contrario, intentan correr un tupido velo, volver la cara silbando y disimular como si no pasara nada, como si la cosa no fuera con ellos. Saben que la memoria de los españoles es muy corta, y que pasado mañana, una vez reducido el ruido mediático que provoca la novedad del escándalo, aquí continuaremos como si no pasara nada.
España, por desgracia, sigue siendo la nación de los pícaros, de los discípulos de Monipodio, de los lazarillos, de Guzmán de Alfarache, de Justina. De todos aquellos personajes de novela que tienen su reflejo en la España real.
La diferencia es que los pícaros de hoy mañana dispondrán del Boletín Oficial del Estado y nos impondrán sus leyes. Y hasta se atreverán a darnos lecciones de moral.

Fraga tuvo razón en una cosa: "Spain is different".

sábado, 12 de septiembre de 2009

CONTACT

He tenido esta noche la oportunidad de volver a ver la película Contact, de Robert Zemeckis, con la inigualable Jodie Foster en el papel protagonista. Y esta noche, como siempre, he vuelto a emocionarme con una historia bien contada que nos habla no solo de la increible capacidad del ser humano para superarse a si mismo y hacer realidad sus sueños, sino de la lucha de algunos de nuestros congéneros por imponerse a los demás, aprovechando cualquier ventaja, por pequeña que sea, para influir sobre aquellos que deciden, a fin de colocarse siempre en el primer lugar, con merecimientos o sin ellos. Para estos sujetos, cualquier cosa vale con tal de ser "primero yo, después yo, y por último yo". Creo que existe una auténtica patología del "yoismo", pero sobre esto hablaré en una próxima ocasión. En Contact, Tom Skerrit, en el papel del Dr. Drumlin, antiguo profesor de la protagonista, aprovecha los descubrimientos de esta para catapultarse hasta el liderazgo del proyecto y ser el elegido para "viajar" hacia Vega. Lo grave del caso es que este no solo no ha ayudado, sino que ha puesto durante muchos años montones de piedras en el camino de Ellie Arroway, boicoteando sin escrúpulos su trabajo de investigación pura. Y lo peor de todo es cuando intenta justificarse ante esta, con un patético discurso en el que dice desear que en el mundo reinara siempre la justicia, pero que las cosas son como son (poco más o menos).
El mundo está lleno de Doctores Drumlin. Son una plaga abundante. Se reproducen tanto en cautividad como en libertad porque son una especie protegida. El problema de estos no es tanto su existencia, sino su facilidad para encaramarse con malas artes donde no les corresponde estar. Y claro, desde las alturas se puede hacer mucho daño. En España tenemos Doctores Drumlim`s por todos lados, vampirizando la inteligencia, atribuyéndose méritos que no son propios, escalando peldaños a velocidad supersónica pisándole la cabeza a los demás. Al final, muchos de ellos terminan mal, como el de la película, por aquello de que quien mal anda mal acaba. Pero por desgracia, la mayoría se mantiene durante muchos años fastidiando al resto de la humanidad.
....yo, me quedo con Jodie Foster, o con Ellie Arroway, que para el caso, es lo mismo.

viernes, 31 de julio de 2009

DESALMADOS

Desalmado significa persona sin alma, sin conciencia, sin aquello que supuestamente distingue a los seres humanos de los demás seres vivos que comparten con nosotros el planeta. Son desalmados esos cobardes que no dudan en hacer trizas los cuerpos y las ilusiones de dos jóvenes guardias a bombazo limpio, en el sacrosanto nombre de la libertad y la independencia de un pueblo oprimido que no existe más que en su mente enloquecida. Ellos ya descansan en paz, pero a sus madres, a sus padres, a sus amigos, a sus novias, a todos nosotros, nos queda un infinito sabor a hiel y una pregunta que jamás tendrá respuesta. Nos recuerdan el discurso de muchos otros, que en nombre de la libertad y la democracia al estilo americano, tampoco dudan en destruir la vida y los sueños de miles de seres humanos que solo aspiran a vivir en paz. Es la eterna ecuación del fascismo: conmigo o contra mí. No hay término medio: o me apoyas, o eres mi enemigo. Y si lo eres, llevas una diana pegada esperando ser agujereada. Sois vosotros, servidores del terror, lo más ruin del género humano. Sois, gentuza de ETA, sencillamente despreciables.

BIENVENIDA

Después de mucho tiempo madurándolo, creo llegado el momento de disponer de una ventanita en internet para compartir mi humilde opinión con todos aquellos y aquellas que tengais la paciencia de leerme. No pretendo nada más que haceros llegar mis pareceres sobre todo lo divino y lo humano. Quiero, desde esta mi pequeña atalaya, poder aportar un nuevo punto de vista, original a ser posible, sobre aquellas cosas que puedan interesarnos a todos/as.

Cualquier opinión personal viene siempre mediatizada por la realidad social en la que se desenvuelve la vida del opinante. Somos, queramos o no, productos de un tiempo y de un lugar concreto. Yo escribo desde el Campo de Gibraltar. Como alguien dijo, "en el Sur del Sur". Yo añadiría "de España", porque "sures" hay muchos, y este no es precisamente de los más malos.
Esta comarca, con identidad propia, cruce de caminos, extraña mescolanza de culturas, genera entre los que la gozamos y la sufrimos sentimientos encontrados y a veces contradictorios. Pretendo escribir sobre ella, pero no de modo exclusivo. Ya he dicho antes que lo que pretendo es interesar a los lectores. Por eso, este blog (lo anuncio de antemano) será un poco caótico. Escribiré sobre lo que quiera y sobre lo que se me ocurra, sin orden ni concierto. No voy a ceñirme a tiempos, estereotipos, pautas temporales ni nada por el estilo.

No me pidais independencia, ni objetividad. Soy quien soy, y no espereis que sea "politicamente correcto". Sé, como cantó Paco Ibañez, que a la gente no le gusta que uno tenga su propia fe. Pero aún así, yo la tengo, y me importa un rábano que a los demás les parezca bien o no. Ya vivimos en un mundo suficientemente alienado para encima tener que refugiarnos al abrigo de las opiniones mayoritarias. No pretendo ni vuestra aprobación ni vuestro rechazo. Pretendo, nada más y nada menos, que entreteneros y haceros pensar.