lunes, 12 de enero de 2015

PORQUE VOY A SER CANDIDATO AL CONSEJO CIUDADANO DE PODEMOS EN ANDALUCIA

Como dice mi perfil, tengo 54 años. Estoy casado y tengo dos hijos, niño y niña. Aunque nací en La Línea de la Concepción, siempre he vivido en San Roque, excepto durante dos años en que viví en Olvera, cuando empecé a trabajar en la Diputación de Cádiz. Desde el año pasado, razones de trabajo me han llevado a vivir en Algeciras.
Soy, como digo, trabajador de la Diputación Provincial de Cádiz, en concreto, pertenezco al Servicio Provincial de Recaudación. Todo esto, por las mañanas, de 8 a 3. Por las tardes, los festivos, los fines de semana, las vacaciones y los días de asuntos propios, soy Abogado.
Y el lector dirá ¿y a mí que me importa la vida de este tipo? Pero si sigue leyendo, encontrará la explicación.
Cuando tenía diecisiete años, en 1977, en plena transición de la dictadura a esta democracia "que disfrutamos" ahora, milité en el PTE, hasta que este partido se rompió para disolverse en 1980. Tras un periodo de dos años fuera de cualquier organización política, en 1983 el PSOE nos invitó a mí y a otros compañeros a unirnos a él.
En 1987 tuve la primera responsabilidad institucional en este partido. Fui durante varios años Vicesecretario de Organización en el PSOE sanroqueño, apoyando a Lorenzo Pérez, que tras haber sido líder del PTE en San Roque, era en ese momento Secretario de Organización socialista, en un Comité presidido por Andrés Merchán, Secretario General y Alcalde de San Roque durante tres mandatos.
Tras un periodo en que razones de trabajo me mantuvieron fuera de los órganos directivos, volví a integrarme en el Comité en 2005. En julio de 2008 fui nombrado asesor del Alcalde de San Roque, mi entrañable amigo Pepe Vázquez, para que le acompañara en su soledad institucional y apoyara a la única concejala que le permanecía fiel, Rosa Macías, y allí estuve haciendo lo que pude hasta que Pepe se nos murió el día de Andalucía de 2009. Un mes antes, a finales de enero, salí del Comité ya que la liiiiiiiiiista, la larguísima lista que lideraba Juan Carlos Ruiz Boix, actual alcalde, arrasó en las elecciones al Comité Local y nos dejó a los militantes que apoyábamos a Vázquez, con Jesús Piña en cabeza, fuera del órgano directivo.
Ese periodo, de 2005 a 2009, fue el periodo en que más aumentó la militancia en el PSOE sanroqueño, que pasó de tener menos de 100 afiliados en enero de 2005, a tener sobre 200 al final del periodo. Pero ojo, ese no fue trabajo del Comité, sino de Ruiz Boix, y en menor medida, de Angel Gavino, perdedores en la asamblea de 2005, que sabedores de que al final el peso de los números decidía puestos, afiliaron al partido a una larga lista de primos, tíos, vecinos, amigos, la mayor parte de los cuales aparecieron por primera vez en una asamblea cuando fueron llamados para votar con el objetivo de encumbrar a Ruiz Boix como nuevo líder.
No quiero hablar de lo que pasó en esos tiempos, pero las cosas fueron tan graves como para que a finales de 2011, abandonara definitivamente el Partido.
Aún estando fuera, el acceso de Rubalcaba a la Secretaría General me dio esperanzas. El "efecto Rubalcaba" también me llegó a mí. Pensé que la larga trayectoria de Alfredo al servicio del Estado, su preparación y su experiencia, eran la respuesta que necesitaba el país a los primeros golpes que el PP empezaba a dar, y que por fin habíamos dejado atrás el liderazgo improvisado de Zapatero.
Pero la esperanza, por desgracia, duró poco. Enseguida se vio que Alfredo estaba demasiado lastrado y que su sentimiento de culpa por haber participado del Gobierno que no supo ver ni afrontar la crisis antes de que fuera demasiado tarde, le impedía plantear una oposición fuerte a Rajoy y sus secuaces.
Tras un periodo en 2012 y 2013 asistiendo al desmontaje del estado del bienestar que tanto costó crear a mis padres y a mis abuelos, y a muchos millones de españoles, me preguntaba como la "inteligencia" de este país no daba un paso adelante. No entendía como los movimientos sociales de personas, yo entre otras, que salíamos a la calle a protestar, no llegaba a cuajar en un movimiento político. Sabedor de que contamos con magníficos profesionales en todas las áreas, gente absolutamente preparada, capacitada, experimentada, y dispuesta a llevar adelante la "cosa pública", no comprendía que ola de resignación había invadido a todos para quedarnos quietos mientras a nuestro alrededor se derrumbaba todo aquello que creíamos inalterable.
¿Cómo fue posible esto? Yo tengo una respuesta, una opinión. El PP ha podido hacer lo que ha hecho porque en el principal partido de la oposición, el PSOE, el que fue mi partido durante treinta años, los que gobiernan, los que organizan, los que dirigen son, por desgracia, ahora, gente que no sabe ni donde está de pié.
El PSOE se llenó de burócratas del Partido, de gente que nunca ha trabajado, salvo honrosas excepciones, que han hecho de la política un medio de vivir, que están ahí porque han aprendido las trapacerías y las malas artes, han aprendido a poner la zancadilla y a pisotear cabezas para encumbrarse. De mucha gente que ha llegado demasiado pronto a puestos de poder, sin experiencia vital, laboral, académica, sindical, empresarial, sin nada de nada. Y esta gente es la que ha estado organizando nuestras vidas.
Yo, que dejé de leer tebeos para empezar a leer Cambio 16, Triunfo e Interviú, y que siempre he llevado la política en los huesos, no he dejado nunca de ser un iluso. Y sigo siéndolo, no crean. Me he convencido a mí mismo de que en política se está para servir a los demás, para cambiar el mundo, para que cuando nos vayamos de él, la humanidad esté y viva en mejor estado que cuando llegamos. Pero ¡ay! ¡tonto de mí!, pronto aprendí que éramos muy poquitos los que adecuaban sus actos a estos postulados, y que la mayoría de la gente al final lo que hace es meterse en política para arreglarse lo suyo.
Y tras muchos años intentando cambiar el sistema desde dentro, me convencí de que eso no era una labor difícil, sino absolutamente imposible.
Los intereses creados, los pagos de favores, las corruptelas, la poca vergüenza, la compra de votos por puestos de trabajo, la corrupción en mayúsculas, la ineficiencia, la falta de preparación y cultura de los dirigentes, y presidiéndolo todo, el Dios Dinero, nos han llevado a donde estamos.
Y en esto, llegó PODEMOS.
Para ser honesto, debo decir que al principio no le hice mucho caso. Yo apenas veo la televisión, no porque no me guste, sino porque mis obligaciones profesionales apenas me dejan tiempo, y los lideres de Podemos, fundamentalmente Iglesias, han sido en sus inicios un fenómeno televisivo, medio que han sabido instrumentalizar para llegar con su mensaje a las amplias capas de ciudadanos que sí ven la televisión.
Cuando presté atención al discurso, cuando la ola era ya imparable, fui invitado a formar parte del Circulo de San Roque. Desde el principio me integré en el equipo de Coordinación y ahora formo parte del de Apoyo al Secretario General Julio Labrador, elegido en las elecciones del pasado diciembre.
¿Qué he visto en Podemos desde que he llegado? Un grupo de gente entusiasta, jóvenes y mayores, muy preparados en su mayoría, que tienen algo fundamental: ilusión por cambiar las cosas.
He visto gente respetuosa, gente que escucha a los otros y que sabe analizar los planteamientos contrarios para apuntalarlos, rebatirlos o complementarlos. He visto gente educada, gente con generosidad, gente que se da a los demás. He visto gente "ilusa", como yo. Por eso, desde el principio, me he sentido cómodo.
Y ahora hay que construir el Partido. Fijadas las estructuras nacionales y locales, hay que montar las autonómicas. Y por eso, he decido dar un paso al frente, y ofrecerme para estar en ese Consejo Ciudadano de Andalucía.
No conozco a nadie fuera de mi órbita. El Partido, siguiendo sus postulados éticos, no puede apoyarme, ni a mí ni a ningún otro candidato. No disponemos los candidatos de ningún listado de militantes a los que poder dirigirme para explicarles quien soy y por qué quiero estar. Estoy en la soledad más absoluta, pero aún así, con más moral que El Alcoyano, me presento, y cuando llegue la hora, pediré al voto a los militantes porque creo que tengo muchas cosas que aportar al Partido para hacer de este un auténtico instrumento de cambio de España.
Creo que PUEDO hacerlo.
Ya les seguiré contando cosas.








1 comentario:

  1. Aunque no venga a cuento: Ni los buenos eran tan buenos, ni los malos eran tan malos.
    Suerte

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